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con un autoestima por los suelos, cada día se hace
mas difícil para vivir, te preguntas ¿que propósito tiene?
¿para que sirve? no tienes nada, no hay nada que perder porque ya lo perdiste
todo, empiezas a sentir una nueva sensación, atracción hacia tu
mismo sexo, y empiezas a encontrarle sentido a esta vida, tal vez no
eres atractivo para las niñas porque no estas hecho para ellas, pero te aterra
el que tu familia se entere de ello cuando sabes que no te apoyaran, lloras
todas las noches, imaginas lo que podría pasar, temes decirle a
tus padres porque con ellos no tienes una relación muy buena, eres su
orgullo y ahora podrías convertirte en su decepción.
No
te quieres seguir atormentando, crees que al iniciar una relación con
otro hombre aclararás las cosas, que solo así sabrás si eso es lo que
realmente quieres y vives pensando en que puede existir una
pequeña opción de no ser gay o bisexual, pero, las cosas
son así, te gusta un chico con el que sabes que nada pasará, tienes
presente tus preferencias y aun así te resignas a ser hierba cuando
pudiste ser flor, te entregan espinas cuando prometieron rosas,
y de repente surge la pregunta ¿Quién eres? y ¿Quién quieres ser? caes en
un laberinto de desesperación en donde no haces mas que culparte por
todo lo malo que haz hecho; Un laberinto del cual no puedes salir. Sigues las
voces que crees que te llevaran a la salida, pero te das cuenta que te llevan a
la misma puerta, no hay salida, y pierdes tu tiempo buscando una llave para
abrir una puerta que no existe, quieres encontrar algo por lo cual sentirte
mejor, pero no lo hay, no hay nada que te pueda hacer sentir mejor en este
momento, no tienes nada más que a ti mismo, no cuentas con nadie mas que con tu
sombra, la cual te abandona en tus momentos mas oscuros, Pero a pesar de eso,
decides que no importa cuantas veces caes, porque siempre te
levantarás, no te dolerá, te has acostumbrado al dolor, te haz acostumbrado
a las críticas de terceras personas que ya no te importarán, ya no temerás,
naciste fuerte y fuerte morirás, No quieres meter a Dios en esto, pero él
sabe porque hace las cosas, él no comete errores y aunque le he perdido el
sentido a esta vida, siempre recuerdo que Soy de Adamantio.