Todos anhelamos un final feliz, ese que aparece al final de cada historia y que denota que no importa cuantas inclemencias y adversidades se presenten ante la pareja, éstos la superarán, porque se aman y el amor lo es todo. El amor es más fuerte que cualquier dragón o cualquier hechizo, que es mas fuerte incluso que la muerte misma, pero, ¿en realidad es así? ¿en realidad existe ese felices por siempre?, ¿existen personas que puedan decir: “Yo obtuve el felices por siempre porque me lo merezco”?. Todos lo merecemos, pero en mis 19 años vividos no he escuchado hablar de ello ni he tenido el placer de conocer a alguna de esas personas.
El amor se acaba, naturalmente así es. Estamos destinados para amar, sí. Al inicio, el amor es lo más poderoso que existe, podrías vencer a cualquier bruja o a cualquier problema de matemáticas sólo con amor, Pero como todo en este mundo; llega a su fin. Al igual que no se puede llorar por siempre, tampoco se puede amar por siempre. Planear tu vida con alguien sin saber que tus sentimientos ya están cambiando; Planear cuantos hijos quieren tener, dónde quieren vivir, el nombre del perro, el trabajo, el color de las paredes, los viajes… Es una verdadera estupidez. Quiero creer que el amor no se extingue. Que ese sentimiento sigue ahí…
Aún así, amar para siempre sería un castigo igual de terrible. Es decir, imagina que llegas a conocer a alguien a quién amarás intensamente, que te marcará de por vida y luego ésta persona sencillamente desaparece. ¿Qué se hace en esos casos?, El olvido no es una opción. No puedes olvidar a alguien que cambió tu vida. Ese horrible sentimiento sigue allí. Lamentablemente esos sentimientos no desaparecen, sólo cambian de intensidad. La pérdida se mantiene.
Aunque parezca más fácil llorar, no lo es. Es más fácil amar. y es más fácil perder lo que fácil se obtiene. Amamos una y otra vez, Juramos que éste será el amor de nuestras vidas, pero a los pocos meses ese sentimiento se transforma en odio y volvemos a empezar. Volvemos a sentir amor por alguien más y creemos que ahora sí, con él será mi final feliz, con él será mi “vivieron felices por siempre”… No quiero decir que está mal equivocarse, que el amor es un círculo de errores. Es un circulo, sí, pero no llamaría “error” a eso que te hizo feliz una vez. El AMOR es igual que el ALMA para algunas religiones de la India: necesitará sucesivas reencarnaciones hasta que pueda alcanzar la perfección.
Todos esperamos un final feliz, todos merecemos nuestra pareja ideal, esa que nos haga sentir seguros, el cual nos mantenga pensando que a su lado no existe mal que pueda derribarnos y que estando con él, vale madres lo que los demás digan. Aquella que nos llene de alegría, risas, de cosas para recordar por la eternidad; Pero en ocasiones nos cansamos de esperar. Esperamos toda nuestra vida por un final feliz que cuando lo tenemos enfrente no lo reconocemos. Tal vez ese chico de la papelería era el amor de mi vida, o el enfermero que me encontraba en el transporte público o aquél que se sienta junto a mí en el salón de clases… Sólo necesitamos ver a nuestro alrededor.
Me gustaría creer que esta vida es como un examen de opción múltiple: la mayoría son respuestas incorrectas (Desamores, pérdidas, desilusiones, traiciones), pero que al final puedo estar seguro que entre ellas se encuentra la respuesta correcta. Entre ellas se encuentra mí final feliz. Tu final feliz. Un final feliz…